La metodología para elaborar ordenada y sistemáticamente las preguntas esenciales que se desprenden de una entrevista fue tomada del Hexamétro Técnico transmitido por Marco Fabio Quintiliano (¿30-100?), retórico hispano latino, nacido en Calahorra, ciudad de España (La Rioja), quien siempre se opuso al estilo rebuscado de sus contemporáneos. Esta técnica hexamétrica encierra lo que en retórica se llama las circunstancias, es decir, la persona, el hecho, el lugar, los medios, los motivos, la manera y el tiempo. Resume también toda la instrucción criminal: ¿Quién es el culpable?, ¿Cuál es su crimen?, ¿Dónde lo cometió?, ¿Por qué medios o con qué cómplices?, ¿Por qué?, ¿De qué modo?, ¿En qué tiempo?. En síntesis, ¿ Quién, qué, dónde, por qué medios, por qué, cómo y cuándo? (Larousse 2001). Por tanto, partiendo de esta técnica y adaptándola a las circunstancias que actualmente se desprenden del hecho podemos configurar una metodología práctica y objetiva para realizar una serie de preguntas sistemáticamente ordenadas, congruentes y concordantes relacionadas con el hecho objeto del proceso tendente a recabar las informaciones necesarias para ser procesadas debidamente en su oportunidad, y de esta manera soslayar determinantemente la improvisación, el olvido de preguntas esenciales, la repetición de preguntas afines y sobre todo evitar la pérdida de tiempo, especialmente para la investigación criminal, pues debemos recordar la frase que reza: El tiempo que pasa, la verdad que huye.
Por consiguiente, podemos concluir que las entrevistas relacionadas con las pruebas son actividades innominadas imperativa y forzosamente necesarias para el proceso penal, puesto que estas favorecen incuestionablemente la dirección, la conducción y la orientación adecuada de la investigación criminal que corroborada con las pruebas físicas permitirán determinar en un tiempo relativamente corto: el esclarecimiento del hecho, el descubrimiento de la verdad y la identificación del autor y otros partícipes del hecho punible. Asimismo, contribuirá con la identificación, búsqueda y detección del medio empleado para la comisión del hecho, así como otras interrogantes e inquietudes que surjan durante la investigación.
Por consiguiente, podemos concluir que las entrevistas relacionadas con las pruebas son actividades innominadas imperativa y forzosamente necesarias para el proceso penal, puesto que estas favorecen incuestionablemente la dirección, la conducción y la orientación adecuada de la investigación criminal que corroborada con las pruebas físicas permitirán determinar en un tiempo relativamente corto: el esclarecimiento del hecho, el descubrimiento de la verdad y la identificación del autor y otros partícipes del hecho punible. Asimismo, contribuirá con la identificación, búsqueda y detección del medio empleado para la comisión del hecho, así como otras interrogantes e inquietudes que surjan durante la investigación.